Hoy propongo el tema de cómo enfocamos la transición de la etapa de bebés, donde los niños van acompañados de un adulto, a la etapa de 3 y4 años donde ya acuden solos. Creo que podemos compartir recursos y actividades que planteamos para ayudar en este delicado proceso.
Los niños de 3 años no se separan todavía con facilidad del adulto de referencia y nuestro proceso de adaptación se hace más complejo si tenemos en cuenta que la clase solo ocurre una vez a la semana y que el tiempo de estancia es muy breve. Con frecuencia, si no cuidamos el momento de la separación, nos vamos a encontrar con llantos que pueden llegar a ser muy explosivos. Manejar estas necesidades emocionales puede llevarnos toda la clase y ser muy difícil o imposible centrarse en algo musical.
Por eso considero de enorme importancia enfrentar el periodo de adaptación al espacio sin adultos como un gran reto de principio de curso, si queremos que sea lo más armonioso y respetuoso posible.
Estas serían algunas ideas:
-Hacer las primeras clases del curso con adultos, hasta que los niños adquieren una mínima familiaridad con la profesora.
-Hacer actividades que involucran a los niños, y no a sus acompañantes y que suponga un cierto alejamiento físico de los mismos. Ejemplos:
–El juego de Telepizza. Las mamas se quedan en un casita y los niños van a cocinar una pizza (en un lugar alejado, canción para cocinar) y después cogen una moto para llevársela (otra canción o recitado). Durante el camino la profesora puede incluir más actividades para posponer el reencuentro con la mama.
–Los niños esconden a su mama en algún lugar de la clase (tapándola con un pañuelo o algo simple). Todos van con la profesora a buscar a sus mamas mientras se canta una canción. Cada niño llega junto a su mama justo al final de la canción y le trae la nota de reposo de regalo.
¿Tenéis más juegos o ideas para este proceso? Os agradecemos si los compartís.
Marisa Pérez
Directora de IGEME
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